SEARS ME ENTIENDE…
La primera vez que leí “SEARS
me entiende”, no le encontré sentido, es más no entendí su razón de ser. Ya ha
pasado tiempo y ya puedo ver con claridad la intención de esas 3 palabras.
Ahora cada vez que voy, quien
entiende a SEARS soy yo.
Hace tiempo necesitaba un
mouse para mi netbook. Le pregunté al vendedor y me enseñó 3 de diferente precio que podían servirme. Yo
no tenía ni idea del ideal para mí.
El señor que me atendió
escuchó atentamente mis necesidades y me sugirió comprar el del precio
intermedio. ¡Fue una sorpresa para mí ya que en otros almacenes generalmente
venden el de mayor precio!
Otro día fui a comprar un cárdigan gris que había visto en el anuncio del
periódico. Me lo probé y como iba yo sola, pedí a 2 señoritas de SEARS que me
dieran su opinión y me dijeron que no se me veía bien porque aunque era
unitalla me quedaba enorme.
En Zapatería, varias veces me
han recomendado no comprar determinado par de zapatos, ya sea porque me quedan
un poco grandes y dan de sí, o porque no son de mi número o no son adecuados
para la ocasión en que pienso usarlos o me quedan muy justos y no dan de sí. En lugar de venderme por vender, me han aconsejado otros que me van a quedar mejor y han tenido razón.
Estoy muy agradecida con las
personas que me han atendido en ambos
departamentos ya que están evitando que yo compre cosas innecesarias. No
se imaginan cuánta ropa y pares de zapatos
que no eran de mi talla o no me quedaban bien llegué a comprar para
luego lamentar mi inversión y terminar por regalarlos.
Recuerdo un día que mi papá
fue a comprar una compresora y pidió le aconsejaran la que le convenía más. El
vendedor fue muy honesto y le dijo que ninguna de las que tenían en existencia.
Le sugirió esperar unos días a que llegara nueva mercancía para adquirirla y
así lo hizo.
Otro día fui por una blusa
para mi mamá y pregunté a qué talla equivalía la 12. Me dijeron que a 34 y que
era enorme para mí. Cuando les expliqué que era para mi mamá. La señorita me
dijo que si era la señora que generalmente iba conmigo, que entonces le llevara
la 10. Le quedó perfecta.
Más tarde, en otro
departamento me dijeron que no era buena idea que comprar un sweater porque
tenía un hoyo y como era rebajado, no podría regresarlo o cambiarlo. Fue la
primera vez que una vendedora fue lo
suficientemente honesta como para no vender mercancía que no estaba en perfecto
estado, lo cual no es común y se agradece.
Cuantas veces he acudido a
servicio a clientes, me han resuelto todo rápidamente con la mejor disposición
de ayudarme haciendo mis trámites sencillos y sin complicaciones.
Podría contarles muchas más
ocasiones en que la atención, esmero, dedicación, trato amable y compromiso han
sobrepasado a la ganancia que puede recibir el vendedor por el monto total de
mi compra.
SEARS NO nos vende por vender, sino que nos ofrece
el artículo ideal por satisfacernos viendo que todos salgamos contentos de
haber invertido bien nuestro dinero. Nos da calidad en una gran variedad de productos
de muy buen gusto a los mejores precios.
SEARS siempre tiene una
respuesta positiva y cada vez que voy, veo interés en mí y en lo que realmente
me queda bien, deseo o necesito.
SEARS valora mi tiempo por lo
que no me hace esperar para atenderme, me cumple las fechas de entrega y no me
hace dar muchas vueltas ya sea para hacer un trámite, tener un producto de mi interés o al traer
alguno de otra tienda.
SEARS me escucha, me cuida, me
consiente y siempre me ha visto más como persona que como cliente y por eso
ahora si puedo afirmar que “SEARS ME ENTIENDE”
No hay comentarios:
Publicar un comentario