lunes, 28 de mayo de 2012

SEARS ME ENTIENDE…




SEARS ME ENTIENDE…
La primera vez que leí “SEARS me entiende”, no le encontré sentido, es más no entendí su razón de ser. Ya ha pasado tiempo y ya puedo ver con claridad la intención de esas 3 palabras.

Ahora cada vez que voy, quien entiende a SEARS soy yo.

Hace tiempo necesitaba un mouse para mi netbook. Le pregunté al vendedor y me enseñó 3  de diferente precio que podían servirme. Yo no tenía ni idea del ideal para mí.

El señor que me atendió escuchó atentamente mis necesidades y me sugirió comprar el del precio intermedio. ¡Fue una sorpresa para mí ya que en otros almacenes generalmente venden el de mayor precio!  

Otro día fui a comprar un cárdigan  gris que había visto en el anuncio del periódico. Me lo probé y como iba yo sola, pedí a 2 señoritas de SEARS que me dieran su opinión y me dijeron que no se me veía bien porque aunque era unitalla me quedaba enorme.

En Zapatería, varias veces me han recomendado no comprar determinado par de zapatos, ya sea porque me quedan un poco grandes y dan de sí, o porque no son de mi número o no son adecuados para la ocasión en que pienso usarlos o me quedan muy justos y no dan de sí.  En lugar de venderme por vender,  me han aconsejado otros que me van a quedar  mejor y han tenido razón.

Estoy muy agradecida con las personas que me han atendido en ambos  departamentos ya que están evitando que yo compre cosas innecesarias. No se imaginan cuánta ropa y pares de zapatos  que no eran de mi talla o no me quedaban bien llegué a comprar para luego lamentar mi inversión y terminar por regalarlos.

Recuerdo un día que mi papá fue a comprar una compresora y pidió le aconsejaran la que le convenía más. El vendedor fue muy honesto y le dijo que ninguna de las que tenían en existencia. Le sugirió esperar unos días a que llegara nueva mercancía para adquirirla y así lo hizo.

Otro día fui por una blusa para mi mamá y pregunté a qué talla equivalía la 12. Me dijeron que a 34 y que era enorme para mí. Cuando les expliqué que era para mi mamá. La señorita me dijo que si era la señora que generalmente iba conmigo, que entonces le llevara la 10. Le quedó perfecta.

Más tarde, en otro departamento me dijeron que no era buena idea que comprar un sweater porque tenía un hoyo y como era rebajado, no podría regresarlo o cambiarlo. Fue la primera vez que una vendedora  fue lo suficientemente honesta como para no vender mercancía que no estaba en perfecto estado, lo cual no es común y se agradece.

Cuantas veces he acudido a servicio a clientes, me han resuelto todo rápidamente con la mejor disposición de ayudarme haciendo mis trámites sencillos y sin complicaciones.

Podría contarles muchas más ocasiones en que la atención, esmero, dedicación, trato amable y compromiso han sobrepasado a la ganancia que puede recibir el vendedor por el monto total de mi compra.

SEARS  NO nos vende por vender, sino que nos ofrece el artículo ideal por satisfacernos viendo que todos salgamos contentos de haber invertido bien nuestro dinero. Nos da calidad en una gran variedad de productos de muy buen gusto a los mejores precios.

SEARS siempre tiene una respuesta positiva y cada vez que voy, veo interés en mí y en lo que realmente me queda bien, deseo o necesito.
SEARS valora mi tiempo por lo que no me hace esperar para atenderme, me cumple las fechas de entrega y no me hace dar muchas vueltas ya sea para hacer un trámite,  tener un producto de mi interés o al traer alguno de otra tienda.
SEARS me escucha, me cuida, me consiente y siempre me ha visto más como persona que como cliente y por eso ahora si puedo afirmar que “SEARS ME ENTIENDE”
 




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